El CAI de esta semana va para esos aires acondicionados que marcan cuatro grados bajo cero en pleno verano (o menos). Un rotten apple directo para el aire acondicionado en los transportes públicos, restaurantes, cines, oficinas y demás.
Verano, 37 grados en la ciudad, usted se viste para la ocasión, fresquito, y entra, inocente en un autobús. La tragedia se masca en el ambiente. Usted, en principio comenta para sí: "Qué bien se está aquí, qué agradable". Hasta aquí todo marcha fenomenal. Pero inmediatamente empieza a estornudar, se le pone el vello de punta, el sudor de la frente, ocasionado por el calor de la calle, se solidifica y forma estalactitas por su careto. ¿Cómo lo ve? se le empiezan a congelar los dedos de los pies, y empieza a adormecerse, su vida corre peligro... Sí, señora, usted ha sufrido un cambio brusco de temperatura y el resfriado le durará todo el verano... Con suerte. ¿Por qué? Por el aire acondicionado. Es así y no es de otra manera.
Nosotros nos preguntamos a qué viene bajar el termostato del aire acondicionado a temperaturas dignas del Polo Norte. No lo sabemos, sino que se lo pregunten a nuestro camarada Luis H. V.
Nuestro amigo Luis, (A la derecha con barba, de tertulia en la sede del CAI, con otro camarada) un día que llegaba tarde al cine cogió el 17. Se montó en el bus más contento que unas pascuas, sin embargo mucho antes de que llegara a su destino una fina capa de hielo cubría su cuerpo... Creemos que sufrió la amputación de dos dedos de los pies por congelación. No estamos seguros, según la leyenda que corre por ahí Luis:
1. Emigró a tierras más cálidas.
2. Murió congelado en el autobús 17, su cuerpo aún sigue allí.
3. Llegó a su destino y murió congelado en el cine.
¿Por qué? Por el uso indiscriminado del aire acondicionado. ¿Que no?
El fatídico autobús 17.
El administrativo de una empresa intenta cargarse el aire acondicionado. Arriesga su vida pero lo prefiere a morir congelado.
27 de junio, verano, unas oficinistas precavidas a punto de ir a currar.
25 de junio, 40 grados a la sombra, O.P haciendo cola para el cine.
Nuestra camarada Juana Banani, esta tarde en la cola del bús. (No quiere mostrar su cara)
This morning, 30 grados y ola de calor sahariano, los miembros del CAI preparados para entrar en la línea amarilla del metro.
Un pobre hombre congelado en un restaurante este junio. (Hemos querido mantener oculta su identidad)
A partir de hoy el CAI irá a pata a todos los sitios, no se fía ni de su sombra. Rogamos que tengan en cuenta esta advertencia que les ponemos a continuación, Luis no lo tuvo en cuenta y palmó.
Vayan con ojo, el peligro del aire congelador acecha en cualquier lugar.
Cartel diseñado por Filis Brass.
Nuestra mercenaria Elena Nito del Bosque, luciendo camiseta: Peligro de muerte.
Pd: Y hasta aquí el CAI, en breve más. Salud.